Después de que se pospuso el juego vs Wake Forest debido a un brote del Covid 19 que amenazó con los Irlandeses, ahora el contingente azul y oro marcha al ritmo de la electrizante guitarra de Eddie Van Halen y corren con el diablo para escaparse del amedrentador e insolente virus en su regreso al emparrillado. Esta vez enfrentan a un contingente herido de Florida State con un nuevo coach, Mike Norvell. El coach Kelly lo respeta:
“Me gustó lo que ha hecho en Memphis y Arizona State como coordinador. Y en muy poco tiempo, volverá a tener a Florida State en una muy buena posición a nivel nacional”.

Mientras eso ocurre el galopar de la tribu de Tallahassee en la defensa ha sido débil, no han demostrado la fortaleza contra la carrera y la forma de detener el ataque aéreo ha sido desolador, sobre todo en últimas oportunidades, comprometiendo su energía y resistencia al permanecer en el campo sin darle el balón a su ofensiva. Notre Dame desea aprovechar las condiciones de los frontales de FSU, el plan del coach Kelly es claro, atacar de inmediato, generar ritmo y fluidez en el juego aéreo en un grupo que cuenta con novatos que hacen jugadas. Se espera el regreso de receptores clave:
“Probablemente veamos a Kevin Austin por primera vez. Sabes, Ben (Skowronek) con lesión de tendón de la corva, regresará, (Braden) Lenzy no estaba al 100 por ciento, creemos que está al 100”.
Es la búsqueda de la consistencia creando trayectorias y pases diseñado para el grupo que reclutaron los Irlandeses.

El reto para lograrlo no es fácil, el desafío de los Irlandeses es contra ellos mismos, encontrar el ritmo después de no haber jugado en dos semanas y abstenerse de celebrar, cada semana enfrentan a dos enemigos, siendo el Covid 19 el rival con capacidad cruel de arruinar sus sueños. Las victorias pueden incluso ser trágicas en tiempos de pandemia.
“Cuando los muchachos están emocionados y suceden cosas buenas, los muchachos quieren celebrar. La celebración en el juego (contra USF) probablemente nos costó cuatro o cinco muchachos. Es tan difícil ganar. Y luego, cuando ganas, ya sabes, lo primero que me sale de la boca es ‘¡Oye, espérate, ponte cubrebocas!’.

El Covid presenta flamantes retos más allá del football, el proceso para que los jugadores en cuarentena regresen es delicado, y el nivel de condición es crítica, es el trabajo del corazón en cuerpo y alma. Cada uno de los guerreros azul y oro que han sido ubicados en el rastreo de contactos pasan por una cuarentena modificada, reportandose listos de inmediato por el trabajo hecho en acondicionamiento cardiovascular. El ritmo es más despacio para los jugadores que han estado aislados. Este proceso tiene un impacto en el juego contra los Seminoles:
“Bueno, yo diría principalmente que si un jugador jugaba normalmente 50 jugadas, en nuestra mente puede estar jugando probablemente la mitad de eso”.
Será importante para el ataque la precisión de su QB Ian Book y la actuación de los mejores receptores de los Irlandeses: Tommy Tremble, Kyren Williams y Michael Mayer.

Por su lado la defensa de Notre Dame está lista para pelear en la adversidad, el ritmo se detuvo y Florida State continuó su camino sin parar. Después de una paliza de 52-10 frente a los Huracanes de Miami los Seminoles pelearon mejor ante los Gallos de pelea de Jacksonville State, sobretodo porque se confirmó quien cabalga al frente de la ofensiva de FSU, el QB Jordan Travis que en 17 intentos completó el 65% de sus pases y logró 215 yardas, mientras que por tierra anotó un touchdown en un juego en que el fuego de la lanza de los Seminoles despertó y generó cinco carreras de TD para los de Tallahassee.

El cambio sucedió luego de los números sumergidos en el inframundo que James Blackman registró, ocupando el penúltimo lugar como quarterback en la ACC, detrás de Tommy DeVito de Syracuse. La semana pasada Travis fue ayudado por el estilo galopante del RB Lawrance Toafili que corrió 99 yardas y anotó un touchdown, Florida State cerró corriendo 263 yardas en 53 acarreos. La defensiva de Notre Dame está consciente del duelo:

“Corredores excepcionales, receptores abiertos con talento. Conocemos los desafíos que enfrentaremos con esta ofensiva. Creo que (Tamorrion) Terry y (Ontaria) Wilson son dos receptores abiertos sobresalientes”.
Será interesante seguir a Jack Kiser que antes del juego contra South Florida no estaba en el roster activo previo al juego, y así de repente fue llamado para abrir como BUCK e impresionó por su formidable instinto para derribar a corredores de los Toros. Notre Dame es la mejor defensiva de la ACC en puntos con 6.5 por juego. Se esperan tacleos feroces de Jeremiah Owusu-Koramoah quien es líder de la defensiva azul y oro con 10 tacleadas. La defensa peleará duro en las trincheras. En los dos balones del balón esta es otra prueba de carácter para Notre Dame. Los irlandeses cuentan con un ejército dominante para enfrentar en la adversidad a los Seminoles.