Crónicas Doradas de Notre Dame: los Cardenales opacaron el cielo a ratos
Por Omar Ureña
La fe de dos equipos inspirados chocó en el estadio de Notre Dame en una tarde nublada de otoño. El # 4 del país, Notre Dame recibió a Louisville quien se presentó con heridas en el alma por derrotas a manos de los Huracanes, Panteras y Avispas Amarillas.

Al igual que el ritmo frenético de Judas Priest, los Cardenales entraron al campo de juego ‘gritando venganza’ recordando que los irlandeses pasaron por encima de ellos en 2014 y 2015. Sintieron la necesidad de aniquilar para sobrevivir entre los equipos de la ACC en su camino al infierno a mitad de temporada. Esta vez los Cardenales tuvieron el honor de vestir un uniforme encendido con jersey blanco y un casco rojo que presentaba a “Louie”, el cardenal que muestra su fiereza en sus dientes.
Para el coach Kelly era inminente que Louisville convertiría un juego con aspectos difíciles:
“Pensé que llegaron con una mentalidad tal que sabían que no era un equipo con marca de 1-3 el que estaba jugando hoy. El coach los tenía listos para jugar y se ocuparon de proteger el balón”.

Los Cardenales echaron humo al ingresar al emparrillado y el hecho de que solamente habían 20,000 personas en el estadio los inspiró a luchar, estaban enfocados en detener el juego terrestre y aéreo de los Irlandeses. A la ofensiva dirigida por Ian Book le fue complicado avanzar yardas en el primer cuarto, aún así estaban decididos a mover las cadenas. Notre Dame anotó primero cuando Jonathan Doerer disparó un gol de campo de 32 yardas y nueve minutos después conectó otro, esta vez de 30 yardas.
El coach Kelly sabía que la defensa de Louisville iba a traer fuego a la caja, llenando los huecos y golpeando cuerpos azules y dorados. Los irlandeses se sorprendieron pero no se impresionaron. Por decreto simbólico de su creación en 1913, la sonrisa maliciosa de los Cardenales se hizo real cuando ocho defensivos cubrieron todos los receptores de Notre Dame, dejando a Ian Book corriendo sin rumbo con el balón. El juego irlandés fue roto por un culto de discípulos de una defensiva intensa.

“Cuando se trata de un equipo que atasca la caja, tienes que hacer algunas jugadas en el perímetro. Kevin Austin tiene que hacer más jugadas para nosotros. Ben Skowronek tiene que hacer más jugadas para nosotros en el exterior.”
La ofensiva de Louisville salió al campo en la segunda mitad convencida de poner puntos en el marcador, el ala cerrada Marshon Ford anotó un touchdown luego de atrapar un pase de 1 yarda de Mali Cunningham en la mitad del tercer cuarto. El escenario para los irlandeses era preocupante cuando su defensa cedió yardas; los Cardenales dominaron a los irlandeses y mantuvieron el balón durante más de 11 minutos en el tercer cuarto. No había forma de que los irlandeses se rindieran. La ofensiva estaba lista para luchar con inteligencia.
“Te aseguras de estar protegido, tus bordes, viste muchas formaciones con dos alas cerradas porque era una defensa 3-4, quieres proteger tus bordes”.
Kyren Williams se inspiró y la línea ofensiva hizo lo que estaban haciendo en la primera mitad de la temporada, Liam Eichenberg, Jarrett Patterson , Robert Hainsey, Tommy Kraemer y Aaron Banks dominaban las trincheras moviéndose en ángulo de dirección permitiendo al número 23 simplemente explotar cualquier hueco. Kyren Williams corrió jugadas cruzadas como de costumbre, siguiendo el bloqueo de Tommy Tremble. Al final del tercer cuarto, Book aprovechó el espacio que Louisville le dio y corrió 13 yardas para su 13o touchdown en su carrera, estando a uno de empatar a Joe Montana y Everett Golson (14).

La defensa irlandesa jugó con más coraje en el último cuarto. Pusieron presión sobre la ofensiva de los Cardenales. Owusu-Koramoah derribaba corredores, Kyle Hamilton estaba cubriendo receptores y tacleando, TaRiq Bracy estaba castigando y Shaun Crawford se mostraba simplemente invencible. El último episodio fue una pelea y de alguna manera los Irlandeses emergieron de las catacumbas victoriosos en una batalla defensiva de dos equipos poniendo sus corazones en el campo. Los discípulos de rojo y negro exhibieron la falta de precisión y fuerza del ataque del coordinador Tommy Rees que fue en momentos aplastado.

“Fue, desde nuestra perspectiva, la incapacidad de sacar provecho en zona de goal. Tenemos que atrapar en la zona de anotación. Tenemos que avanzar en terceras oportunidades”.
Si los irlandeses creían que esta no era la defensa más amenazante en su calendario, debería existir un indicio de urgencia para lograr consistencia en su ofensiva. Los Cardenales registraron cuatro capturas. El LB Monty Montgomery tuvo el mejor día de su carrera, sumando 13 tacleadas y un par de capturas. Fue el tercer juego de múltiples capturas para Montgomery en sus 18 juegos en Louisville.
A medida que nos acercamos a lo que creemos que podría ser la batalla por el campeonato de la ACC, los Tigres de Clemson (5-0) están hambrientos siendo el #1, lo que hizo que las Avispas Amarillas fueran arrolladas 73-7 el sábado. Esa misma escuadra de Georgia Tech venció a la defensa de los Cardenales que limitó a los irlandeses a 338 yardas totales. Ian Book completó 11 de 19 pases para 106 yardas mientras que Kyren Williams mantuvo vivo el fuego llevando el balón 25 veces para 127 yardas, los irlandeses corrieron 232 yardas.

La incapacidad de mover el balón en zona de goal fue compensado por la mentalidad de pelea que les inculca el coach Kelly y que al final les permitió salir victoriosos. En una batalla por el orgullo entre los Irlandeses Peleadores y los Cardenales, la defensa de Louisville salió a morirse en el campo pero el espíritu de Ian Book y Kyren Williams fue más fuerte con carreras que le dieron la victoria a los Irlandeses Peleadores. # 4 NOTRE DAME 12 LOUISVILLE 7