Por Omar Ureña

Un guerrero del fuego se dirige a South Bend inspirado por su familia. Gabriel Rubio finalmente firmó su carta el pasado miércoles 16 de diciembre y está listo para comenzar su propio legado como parte de los Irlandeses Peleadores de Notre Dame.

Su padre Ángel inició su camino en Ceres, California y se alejó de casa para estudiar y jugar fútbol americano en Missouri. Gabe sabe que el camino no fue fácil y tiene mucho respeto por su padre. El Señor Angel se abrió camino a la NFL jugando para los Arizona Cardinals. Siempre fue un soñador de California que tuvo la visión de heredar a sus hijos, la pasión de luchar por sus sueños. Ha sido un largo camino desde México a South Bend, porque su familia ya se encontraba en San Bernardino cuando California era parte de México. 

Gabe Rubio es un muchacho extraordinario con un gran corazón y un hambre como la que se requiere para devorar ofensivos en cada partido. Ataca las pesas con fuego en las venas, trabaja para pulir su velocidad y técnica, y cuando las luces se encienden y es el momento del juego, su sangre hierve y se convierte en un soldado desesperado que persigue quarterbacks. Gabriel fue un tackle defensivo dominante y un liniero ofensivo audaz en la Preparatoria Lutheran de St. Charles, en las afueras de St. Louis. El coordinador de reclutamiento de Notre Dame, Brian Polian, describe a “Gráfico Sports” los aspectos de Gabe:

“Lo primero que notas sobre Gabe es que es tan ancho como una vagoneta. Es un hombre grande y le gusta la honestidad. Para ser un grandulón juega muy duro, a veces esos muchachos pueden jugar dos o tres jugadas y luego truenan, porque están agotados, él trabaja muy duro”.

Gabriel viene de una familia muy involucrada con el deporte, lleva la resiliencia en sus genes, su oficio es la habilidad para jugar físicamente como lo señaló Santiago Rubio para Gráfico Sports al inicio de su último año en Preparatoria: “desde los 15 años, durante su año de novato, ingresó al equipo siendo fuerte y ya jugaba bajo las luces de los viernes por la noche.”

Gabriel tiene un movimiento de arma de impacto poderoso que los linieros ofensivos no pueden manejar. Gabriel terminó su temporada junior con 117 tacleadas y 18 capturas y ayudó a que los Cougars estuvieran en la cuarta ronda de los playoffs estatales. A pesar de una lesión en la rodilla y juegos cancelados por el Covid-19 Gabe jugó duro en la caótica temporada 2020, terminando su temporada ‘senior’ con 40 tacleadas y dos capturas. Siempre jugó con el corazón para el coach Arlen Harris en la Preparatoria Luterana de St. Charles, es el tackle defensivo No. 9 a nivel nacional, de acuerdo a ESPN y el jugador No. 2 de Missouri por Rivals.

Y así es como la Familia Rubio demuestra su fortaleza, siempre juntos, puliendo, creciendo en todos los sentidos, como individuos y estudiantes dedicados. Teresa, la madre de Gabe es atleta. Estos niños trabajan duro porque está en sus genes, se aman y se apoyan mutuamente. Gabe es apoyado por su hermana Isabelle y sus hermanos Isaac y Seth, y también Isaiah quien se ha inspirado en su hermano mayor para jugar futbol americano. Ambos estuvieron en el mismo equipo en 2020 y lo que hace que esta sea una verdadera historia familiar es que Gabe e Isaiah fueron entrenados por su padre, obteniendo un verdadero conocimiento de un guerrero de fuego. La familia lo es todo en esta historia.

“Amamos su familia, hubo un momento en que lo desafiamos en términos de ‘oye, tienes que entender qué significa Notre Dame académicamente y si quieres eso, necesitamos ver la respuesta adecuada en el salón de clases’, y él estuvo fenomenal, esto fue al principio de su reclutamiento, realmente aceptó ese desafío y ha hecho un trabajo estupendo al 100%”.

Gabe está orgulloso de haber cumplido con ese reto y siente fuego en su corazón para ser grandioso en las aulas y el emparrillado de Notre Dame. Como un alquimista dorado del Siglo 21 Gabriel estudiará ciencias del fuego. El valiente tackle defensivo es ese niño que soñó en grande porque adquirió valores y es por eso que Notre Dame encajó mejor. Rechazó 21 ofertas de potencias en la NCAA, incluidos equipos de la SEC como LSU. Gabriel quiere algo más grande que eso, especialmente cuando LSU no está esta temporada en el Top 25 y los irlandeses son el número 2 listos para jugar hoy por el juego del Campeonato de la ACC contra el número 3 Clemson. 

El objetivo era claro para Gabriel, quería estar en un programa con alto nivel académico, es un estudiante con alma de la vieja escuela que se preocupa por la tradición y ser el mejor.

Sabe que nada es imposible cuando juegas con fuego en tu alma, su presencia será explosiva bajo el mando de Mike Elston, coach de línea defensiva de los Irlandeses.

“Así que creemos que encajaría bien, es difícil decir que cualquier novato puede jugar mucho, creo que el único ingrediente que el coach Kelly y nuestro programa de Notre Dame ha comprobado es una meritocracia, si eres un novato y mereces jugar, entonces jugaremos contigo, él estará en la pelea, no hay duda, estamos muy agradecidos de que sea parte de este grupo”.

Este año, el tackle defensivo novato de los Irlandeses Rylie Mills (99) ha hecho grandes jugadas usando su físico para dominar y ha ganado peleas importantes en las trincheras contra North Carolina y Clemson. Así que Gabriel estará compitiendo en cuerpo y alma para jugar desde su primer año en los sábados de otoño.

El joven que realiza sus entrenamientos de pesas con traje de bombero está emocionado de visualizar su camino entrando al emparrillado sagrado de Notre Dame, llevando las llamas del fuego espiritual y defendiendo el honor de su familia. Para él es emocionante saber que está listo para atravesar el túnel cuando la voz del Estadio de Notre Dame anuncie… ¡Aquí vienen los irlandeses!