Por Rodrigo Quintanar González (@RedDeep.Football) www.reddeep.blog
Va a poner un pase perfecto en el hombro de George Kittle y va a sonreír en decepción cuando este lo tire. Va a lanzar una intercepción en zona de goal en un pase sin sentido y va a sonreír de la misma manera.
Va a levantar tu corazón hasta lo más alto cuando lo veas escaparse de dos defensivos y lo va a tirar cuando se le olvide alinear a su tackle para ganar el juego.
Jimmy.
El segundo quarterback activo con mejor porcentaje de victorias también posee el peor rating (19.4) en el 4º cuarto en playoffs.
Garoppolo.
Los seguidores de San Francisco pierden años de vida cada vez que su quarterback vuela un pase a un receptor sin cobertura como si lo hubiera visto magnificado en una lupa.
Jugada después, recuperan algunos de estos años cuando lo ven colocar el balón perfectamente entre doble cobertura a pesar de tener la misma lesión en el pulgar que Bart Starr tuvo cuando lanzó 9 intercepciones en 2 juegos.
En el Draft de este año, San Francisco dio tres selecciones de 1ª ronda por Trey Lance, el futuro reemplazo de Jimmy, en una muestra de las limitaciones que el ganador del premio como mejor jugador de División 1 (2013) siempre ha presentado.
La reacción de Jimmy a este movimiento, resumida en la respuesta a Erin Andrews de Fox Sports en su última entrevista, no solamente aminora en importancia la decisión sino la cuestiona en un tono bajo pero profundo.
“Solamente quiero alargar lo más posible mi estancia en este equipo porque amo a mis compañeros…”
¿Cuántas selecciones vale el amor incondicional?
En Eastern Illinois, la misma universidad que vio a Sean Payton y Tony Romo crecer, Garoppolo rompió prácticamente todos los records como quarterback. Sin embargo, son las palabras de su Head Coach las que quedaron impresas en el campus:
“Si buscas la palabra humildad en el diccionario, encontrarás una foto de Jimmy Garoppolo.” – Dino Babers, Head Coach Eastern Illinois (2012-13)
La humildad hoy no solamente es un valor admirable de Jimmy sino una cualidad que tiene a su equipo a un juego del Super Bowl.
Dicen que un equipo es solamente el reflejo de su liderazgo.
San Francisco estaba 3-5 en la temporada, desde la semana 10 han jugado para sobrevivir y en el último juego en Los Ángeles estaban perdiendo 17-0 al medio tiempo.
En Dallas, a pesar de haber sufrido lesiones de sus dos defensivos más importantes, ingeniaron 5 sacks y una intercepción que volteó el juego.
Este sábado, en las condiciones más frías del año y sin su segundo cornerback, le recordaron por cuarta vez a Aaron Rodgers que desde aquel Draft del 2005 nunca fue bienvenido en este equipo. Si Aaron, quizá presentaba mejor talento que el de Alex Smith, pero en esta franquicia hay valores que pesan más que los ratings.
A este punto pedir un juego perfecto de Jimmy, en el que no lance una intercepción o vuele hermosamente un pase crucial, no solamente es ingenuo sino ignorante.
Las evidentes limitaciones de este quarterback no se irán a ningún lado, pero mas interesante aun, ya nadie quiere eliminarlas, son extrañamente el fuego que viste de rojo a este equipo y llena a jugadores como Deebo Samuel de un coraje diseñado para superar expectativas.
No es solamente que Jimmy entiende que su futuro con la franquicia es incierto, sino que con su juego y sencillez les expresa a sus 53 compañeros que realmente el de todos también lo es.
Hace menos de dos años, en Miami, Emmanuel Sanders vio el balón y el campeonato pasar tres yardas por encima de su cabeza.
Hoy San Francisco tiene la mitad del talento que tenía aquella vez, ha perdido importantes coordinadores y por segunda temporada consecutiva se encuentra en los primeros lugares de lesiones.
Pero cuando ven hacia atrás ven la misma sonrisa detrás del centro, la cual, alineada o no, les recuerda que este juego es el más hermoso no porque reúne al mejor talento, sino porque en su resiliencia como equipo, lo logra vencer.
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